dimarts, 28 de febrer del 2012

Chávez es Jesucristo

Hoy me ha llamado la atención una imagen sorprendente, de aquellas que te dejan pasmado porque no sabes muy bien con qué compararla. En lo que parece ser una parada de autobús de Caracas, alguien ha pintado un mural muy curioso. A la parte de arriba leemos: "¡He resucitado! Patria o muerte. Venceremos." Y el cuerpo de la "pintada" representa nada menos que a Simón Bolívar, Jesús resucitado y... Hugo Chávez. Veamos. Estábamos acostumbrados, desde el fascismo de derechas al fascismo de izquierdas, al fenómeno histórico del culto a la personalidad. A estas alturas creíamos que eso era cosa del pasado, con la excepción de Corea del Norte, Cuba, China y los regímenes corruptos de varias partes del globo. Sabíamos que la actual "nueva izquierda" populista de América del Sur tenía una debilidad notoria por el caudillismo más grotesco, especialmente Chávez como oráculo de las esencias bolivarianas por televisión y en directo, en su ridículo Aló Presidente. Pero este mural supera toda expectativa. Presentar al mamarracho de Chávez (que descubrió el "socialismo" de la misma manera que Milošević descubrió el "nacionalismo"), presentarlo, digo, como segunda reencarnación de Cristo, es un salto cualitativo de mucha categoría. Esta mezcla explosiva de caudillismo bolivariano con cristianismo en forma de culto a la personalidad es para mí una novedad muy curiosa y digna de subrayar. En ella ya no queda nada de Marx, por supuesto, ni de la famosa tesis sobre el "opio del pueblo" (¿qué pensará el camarada Fidel de eso?), y la idea de "socialismo" ha adquirido matices completamente propios. Lo divertido del caso es que un personajillo como don Hugo acabe tomando tintes teológicos, representado ingénuamente como segunda reaparición del Redentor. Seguro que eso también mosquearía su amiguito el iraní, aunque este haría de tripas corazón como el camarada Fidel, dado que ahora mismo no le sobran coleguillas.


En fin, la sancta simplicitas de quien haya pintado este divertido mural da mucho de sí para reflexiones político-teológicas. Lo que me parece más lamentable es que la izquierda europea continúe venerando acríticamente el populismo "bolivariano", que por cierto no tiene la más mínima simpatía por nada de lo que se piensa, dice o hace en Europa (y si se trata de la "metrópolis colonial", no digamos). Los avances del chavismo en materia social, así como el desparpajo con el que maneja las multinacionales extranjeras establecidas en Venezuela --a golpe de expulsión y nacionalización, sin complejos-- merecen alabanza, sin duda. Que un gobierno militar disfrazado de democracia (recordemos que el camarada es teniente coronel) cultive la represión a la disidencia y la manipulación propagandística ya no me parece tan digno de alabanza, por mucho que yo sea reina de los bastos... Y una de las cosas que más asco me dan de la "izquierda bolivariana" es su populismo y su culto autoritario de la personalidad. Pero que encima haya que tragar con alucinaciones teológicas, eso ya me parece de juzgado de guardia, vamos. Ahora ya no hace falta exclamar "Que Dios salve a Chávez", porque Chávez le habla de tú al hijo de Dios. Manda huevos.

divendres, 24 de febrer del 2012

Dación en pago

Interesante, el reciente gesto del Gobierno Casposo (perdón, Español) sobre la dación en pago en las hipotecas. Cualquier medida que contribuya a reducir la flagrante injusticia de los deshaucios será bienvenida, por supuesto. Cierto es también que, según parece, la propuesta gubernamental se queda corta y coja, como no podía ser menos, ya que se trata de una especie de compensación por todo lo otro, para decirlo eufemísticamente. Por la vuelta a la esclavitud, vamos. Con esa dación en pago, el Gobierno se acerca a una parte del que se supone no es su electorado (digo que "se supone", porque luego la realidad es muy cabrona y resulta que los damnificados suelen tener síndrome de "Esto-es-el-colmo" y votan a sus verdugos, pero dejémoslo por ahora), mientras se gana un gesto reprobatorio de su ama y señora La Banca. De acuerdo. Sin duda se trata de un gesto de cara a la galería, y se nota que lo hacen tapándose la nariz. O tal vez no es para tanto, dado que en el nombre del partido gobernante el adjetivo "Popular" no significa "por el pueblo", Dios nos libre (¿recuerdan que las "repúblicas populares" eran y son comunistas?), sino "populista". Es decir, demagógico, chabacano, engañoso, fraudulento, gesticulante... Así pues, se trata de populismo del bueno. Lo mismo que han hecho numerosos regímenes autoritarios, por supuesto, ya que de autoritarismo y de dictaduras entienden mucho estos "populares"; y si no, que se lo pregunten al cadáver de su fundador.

El caso es que, a veces, los gestos populistas tienen una cualidad que los hace irritantemente ambiguos. Porque dichos gestos son parodias de lo que serían las decisiones justas, sí, pero contrastan con la injusticia de no adoptar ni siquiera medidas que parodien la justicia. Hablando en plata: los "socialistas" (¡y tiene huevos esto de los nombres que se ponen los políticos!) no hicieron ni eso. La viñeta de hoy de Manuel Fondevila en Público lo expresa de manera absolutamente genial: la dación en pago de los casposos, ¿es insuficiente comparada con cuál? Los socios listos del capital són tan patológicament sumisos respecto a sus amos de la banca que el cuerpo no les permitió tomar ni tan siquiera la medida populista que ahora se han sacado de la manga los casposos. ¿Hay algo más patético que eso? Es decir, que ni siquiera tuvieron la mínima inteligencia de hacer algo de populismo, algo de parodia de justicia, que al menos les habría ahorrado un poco de pérdida de imagen. ¡Ni eso! Y ahora resulta que lo más parecido a una medida justa, de izquierdas, lo hacen los casposos para despistar al enemigo. No es sólo que los socios listos no sean de izquierdas, ¡es que ni tan siquiera tienen vista, olfato y tacto para hacer creer que lo son a la gente de izquierdas!

PS. Por supuesto, La Banca ya ha empezado a poner peros y trabas, a decir que para eso les tendrán que dar más dinero, etcétera. Era de esperar. Y eso no es nada más que el principio...

dimecres, 22 de febrer del 2012

El ministro Valor

Algunos comentaristas periodísticos, los pocos que todavía quedan con un poco de culturilla, han recordado al respetable que Wert significa "valor" en alemán. Menos da un piedro. En cualquier caso, no habría estado de más un poco de sarcasmo para comparar al Ministro de Educación, Cultura, Deporte con su apellido (que, por cierto, cuando lo pronunció por primera vez la Trotona de Pontevedra pensé: "¿Ver? ¿Ver? ¿Ver qué? ¿Eso qué apellido es? ¿Y quién es él, y a qué dedica el tiempo libre?). ¿Qué valor tiene un ministro como éste, que no para de hacer y decir burradas? Sí, señores, hoy la reina de bastos tira de sarcasmo porque continúa sorprendida ante el hecho de que nadie parezca dispuesto a pararle los pies a ese payaso con cartera. Perdón, quería decir ministro. Al Ministro de Payasadas y Recortes, me refiero.

Con el poco tiempo que lleva, y está haciendo más méritos que nadie para que le den el AntiPremio AntiNobel por zafio, chuloputas y faltón, pero sobre todo por ignorante, cretino y bocazas. Resulta que la máxima autoridad política sobre cultura y educación mangonea temarios de oposiciones para volver a versiones obsoletas de los mismos, la caga de manera contumaz refiriéndose a un libro de texto que no era libro de texto, hace el ridículo más espantoso en su defensa de la tauromaquia (¿será por algún trauma freudiano?), etcétera, etcétera. Pero ojo, que el tío, con ese tonillo perdonavidas y esa gesticulación macarrona que le caracterizan, parece que se lo tiene tan creído que está dispuesto a romper toda la cacharrería y lo que se le ponga por delante, todo menos rectificar ningún error y practicar la moderación que tan alegremente se le atribuye. Por Dios, qué cruz. Para cuando acabe la legislatura, el elefante Wert ya no habrá dejado ni un sólo cacharro entero. Y el daño que puede hacer alguien como él en un cargo como el que ocupa no es un daño que se cure con tiritas, sino uno de esos que duran generaciones y generaciones y parecen irreversibles. Son daños que destrozan el futuro de todo un país durante décadas, tal vez siglos. El caso del infame Maravall lo demuestra.

Bueno, pues si hasta hace poco el cabrón insultante y peligroso del Reino de España era el cabezudo ese de Pons González, o como se llame, ahora que aquel irritante Goebbels de pacotilla parece haber caído en desgracia se ve que le ha pasado el testigo al ministro Valor (como los chocolates, pero con mala leche). Parece que dirigió el Gabinete Técnico del CIS durante cierto tiempo. Claaaro, claaaaro, eso explica muchas cosas; sobre el CIS y sobre él, desde luego. Pero vaya, intrigada estoy de pensar lo lejos que puede llegar este primate, al ritmo que lleva. Al tiempo.

dimarts, 21 de febrer del 2012

"No tienes cuerpo ni de puta"

Eso le dijo un policía nacional, hace unos días, a una de las estudiantes de bachillerato que se manifestaban en Valencia, pacíficamente, en contra de los recortes en educación. Claro, el concepto de "educación" parece absolutamente ajeno respecto al mamífero que profirió tamaña salvajada. De aquí la brutalidad inaudita de la represión, porra en mano, garrotazo y tentetieso. Aquellos a quienes la educación no les ha servido de nada sólo pueden servir para manejar el palo, y lo manejan contra todo lo que se mueva. Al fin y al cabo, para qué les compramos porras, cascos, gases lacrimógenos y bombas de humo, si no es para gastarlos contra todo bicho viviente. Muy bien, machote, seguro que al volver a casa le echaste un polvo a tu mujer y te cascaste una película de Chuck Norris o un partido de fútbol cerveza en mano. Que son cuatro días.

¿Os parece una mera anécdota, lectores? (si los hay). Pues os equivocáis. Es un indicio, un ejemplo de lo que hay por debajo de esta finísima epidermis llamada "democracia" en España. Para confirmarlo, ahí están las declaraciones de la mercenaria (perdón: delegada) del gobierno en Valencia, esa cretina criptofascista que no sabe ni dónde tiene la nariz, pero que sabe muy bien a quién se le debe dar con la porra, y cuándo. Y, por si fuera poco, se le añaden las palabras del jefe de los Rambo, otro macho alfa de aquellos que sin duda la tienen tan pequeña, y con eyaculación precoz, que combaten su trauma tratando a los chavalitos como "el enemigo". Miradlo bien, se llama Antonio Moreno, es quien manda de las porras, recordad su cara de cerdo peludo, de mierda con corbata. Se daría con la porra hasta a su puta madre, si no fuera porque su puta madre huyó al Brasil tras darse cuenta de lo que había dado a luz. Por supuesto, también le apoya la máxima autoridad, ese ministro que decían que era un progre y que en realidad era el peor de todos, lo puto peor.

Llegará un día, y tal vez no está lejano, en que todos estos sádicos hijos de la gran puta pagarán por lo que están haciendo. Ese día, incluso los pacifistas se pasarán por el forro todo ese lenguaje paralizante y castrador de "la violencia" y les darán su merecido. Porque, claro, cuando ellos machacan u ordenan machacar a gente indefensa con las porras resulta que eso no es violencia. Pues sí, mis queridos cagarros con corbata o con porra, cuando empecéis a enteraros de lo que es violencia ya será demasiado tarde. Para entonces, nos habremos cansado de que la sangre que corra por el asfalto sea sólo nuestra. Ya se está viendo en Grecia, y es solamente el principio. Un día superaremos la minoría de edad llamada "no violencia", y entonces sabréis lo que es bueno.

Ah, y por cierto: que quede claro que las putas no tienen la culpa de nada. Sus hijos suelen ser más humanos que los hijoputas, que son otra categoría zoológica en la que entran Jefes de Policía, delegados del gobierno, políticos diversos y muchos, muchos policías.

diumenge, 19 de febrer del 2012

Reforma laboral

La imagen tópica que se tiene de los funcionarios no tiene nada que ver con ellos, porque en realidad responde a otro tipo humano. El parásito inútil, chupóptero enquistado especialista en privilegios y en conformismo es, en realidad, el retrato de los capos sindicalistas. ¿O es que no se ha visto en esa reacción tibia, timorata y castrada que les ha inspirado la "reforma laboral"? No sabría decir que me produce más rubor, si la reforma en sí o la respuesta vergonzosa de los sindicatos verticales, perdón, mayoritarios.

La verdad es que no se trata de algo que haya que "rectificar", tal como ellos dicen. ¿Rectificó Pinochet tras derribar a sangre y fuego la legalidad democrática? ¡Por favor! Porque, en el fondo, esto que ahora nos venden como "reforma" es justamente eso, un golpe de estado profundamente reaccionario. En comparación con lo que se está sabiendo de la nueva ley, el capitalismo manchesteriano parece que era una congregación de hermanitas de la caridad. Algunos expertos ya dicen, y va totalmente en serio, que con esta nueva regulación del mercado de trabajo parece que en el siglo XIX había más derechos que los que habrá en el XXI. Y nuestros emasculados líderes sindicales creen que eso merece "rectificar". Por Dios. Ya tenía razón Marcelino Camacho, un sindicalista como ya no los hay: Toxo no es de izquierdas. Es de su poltrona.

Pero es que, por si no teníamos suficiente, el partido de los corruptos todavía tiene la desfachatez de repetir una frase delirante que habíamos oído cuando todavia estaban en la oposición: que ellos son "el partido de los trabajadores". Se nos cagan en la cara, nos mean en la boca, y pasamos por una catatonía tan bestia que ni siquiera somos capaces de reaccionar. ¡El partido de los trabajadores! Pero ¿eso no era lo que decían de sí mismos los dueños de los regímenes comunistas? Sí, así es. Pero también lo decía el partido que gobernó Alemania durante una docena de años. Ah, sí, ahora lo entiendo. Nationalsozialistische Deutsche ARBEITERPartei, Partido Nacionalsocialista de los TRABAJADORES Alemanes. Si a eso le unimos que las JONS eran Juntas de Ofensiva Nacional SINDICALISTA, me parece que se entienden mejor ciertas cosas. Por ejemplo, ese golpe de estado que nos venden como "reforma del mercado laboral".